jueves, junio 01, 2006

ENCUENTRO MUNDIAL FAMILIAS VALENCIA

Se ha orquestado una campaña de boicot a la visita del Papa a Valencia como
A muchos de nosotros, profesores de las universidades públicas de Valencia,
se nos están enviando correos incitándonos a sumarnos al boicot. Son los
mismos que han orquestado campañas contra algunos de nosotros por hablar con
libertad en las clases sobre la ideología del homosexualismo. Es cierto que
en Valencia los colectivos que organizan esta campaña cuentan con amparo
institucional en nuestras universidades y ante las administraciones
públicas. Además, el ministerio de asuntos sociales les ha facilitado una
subvención específica para organizar unas jornadas académicas en la Facultad
de Psicología de la Universidad de Valencia que congregarán a activistas de
todo el país y que culminan en una marcha de orgullo gay prevista para el 24
de Junio, poco antes de la llegada del Papa, por las calles de Valencia.
José Antonio García, profesor de Bellas Artes en la UPV, ha contestado a
esos requerimientos mediante la siguiente carta, que titula ALGO SOBRE MI
MADRE:
Carta abierta a Pepe Miralles y compañeros de viaje:
¿Qué te ha hecho a ti de malo el Papa? ¿Te ha quitado la libertad? ¿Te ha
quitado el honor? ¿Ha estropeado tu vida y tu historia? ¿De dónde te viene
ese odio justiciero y vengador? ¿Es natural y sincero el rencor o es una
ideología diseñada prêt-a-porter?
Me permito hablar así porque he sido tan progre e izquierdista como el que
más, y conozco el paño (puedo demostrarlo). Quiero decir que sé el engaño en
el que uno puede meterse tratando de arreglar el mundo y de paso a sí mismo,
y todo eso.
Ya hemos visto las consecuencias de las "dictaduras del proletariado" con su
persecución del libre pensamiento y de la fe religiosa -no en abstracto,
sino con personas dentro-. Existe también el nazismo de izquierdas, y ha
producido objetivamente muchos más muertos. Ahora este izquierdismo se
agazapa en la cultura dominante, que es la cultura de la clase dominante,
como bien dijo Marx. Este es un izquierdismo financiado y bien visto, que
ocupa parcelas de poder. Ya no clama que los burgueses son los enemigos, ya
sólo queda la Iglesia como aglutinante (¿contra quién nos uniremos, ya que
no tenemos nada en común que nos reúna?). Ese es el viejo mecanismo
victimario del mundo pre-cristiano, como ha descrito inteligentemente René
Girard. La humanidad ha progresado desde Cristo aboliendo estos mecanismos
de victimación. Cristo ha dicho: "No juzguéis", "El que esté libre de culpa
tire la primera piedra". Él ha sido la última víctima para que ya no haya
más víctimas. Pero no está acabado del todo el viejo juego, de vez en cuando
alguien nos sorprende desenterrándolo. El desastre de la uniformización
conformista quiere arreglarse y tener un respiro encontrando el adecuado
culpable, un chivo expiatorio como sea: ¡Sí! ¡El papa tiene la culpa! ¡Todos
contra el Papa!
Algunos se declaran víctimas minoritarias con derecho a exigir dejar de ser
las víctimas, ignorando que es la cultura judeo-cristiana la que les ha
enseñado eso, y no otra cultura: los Diez mandamientos (la Torá) y las
Bienaventuranzas.
Yo sólo puedo decir mi experiencia de haber encontrado que la Iglesia no es
como la describía Juan Arias en "El País" (que yo ya no sé si vive Juan
Arias, ni si escribe, ese pobre hombre, un ex-cura resentido, responsable en
una medida de la mala imagen de Juan Pablo II en España).
La palabra Iglesia significa Asamblea, pueblo reunido. ¿Qué tiene que hacer
el pueblo católico para reunirse? ¿Tiene que hacerlo en secreto y en las
catacumbas? ¡Puede que no falte mucho para eso! ¡Ya ha ocurrido otras veces
en la historia! ¡Así está siendo actualmente en países tan libres como
China, Vietnam...!
Otro Marx (Groucho) dijo: "Jamás pertenecería a un club que admitiera
alguien como yo". Esa es la iglesia, un pueblo de rescatados de la
esclavitud y de la muerte: "No he venido a salvar a los justos, sino a los
pecadores". Yo he visto a muchos regenerarse en la Iglesia (uno de ellos yo
mismo; los que ya son rectos y justos no la necesitan, pero no es mi caso.),
curarse de adicciones, rencores, reconstruir un matrimonio roto, superar las
neurosis, el egoísmo, incluso la homosexualidad. ¡Se puede curar! Porque no
es verdad que sea alegre la vida de los homosexuales. Y no es la iglesia la
que les amarga la vida, sino que les ama diciéndoles la verdad. [La curación
de la homosexualidad consiste en un proceso de descubrir con compasión las
heridas emocionales del pasado, resolver el enojo contra aquellos que las
han causado a través de un proceso de perdón, utilizar técnicas de
conocimiento y de comportamiento, admitir la impotencia ante el sufrimiento
emocional y apoyarse en la espiritualidad católica y en los sacramentos.
adula, quien te ama no te miente".
Ya sé que no está de moda ser católico. Católico significa Universal. "Id
por todo el mundo anunciando la Buena Noticia del amor de Dios a todas las
gentes". Que "tanto ha amado Dios a los hombres que les da a su hijo
Jesucristo" y en Él muestra su rostro de amor y misericordia. Pero hombre
¿qué dices? ¿Dios? ¿Cómo puede existir Dios y consentir la enfermedad, la
muerte, las injusticias, violaciones...? Así se expresaba Nietzsche: "La
religión es para los débiles". Pero además han dicho Marx y Lenin que la
religión es el opio del pueblo. Y Freud que Dios es una imagen sublimada del
super-ego.
Bien, eso son teorías, difíciles de contestar, ciertamente. Pero existe la
experiencia de que ni la autoafirmación de poder, ni el mucho dinero, ni la
libido suelta, nada de eso hace feliz a una persona. Hay una sabiduría
escondida que no se exhibe en los cientos de estantes de ocultismo ni
auto-ayuda y psicología pop. No es que la Iglesia la esconda, es que los
sabios del mundo están sordos y ciegos para oír y ver este anuncio. Por eso
la fe es un don, se regala, no se puede imponer, solo exponer. Porque Dios
ha hecho al hombre libre, incluso para que haga el mal. ¿Quién paga las
roturas? Él paga. El racionalismo y las ideologías conciben un mundo
perfecto, un hombre ideal, pero sin libertad. "Libertad ¿para qué?" ¿No te
suena?
"Maestro ¿dónde vives? ¡Venid y lo veréis!". Esto quiere decir que este es
un aprendizaje empírico, no teórico. Es verdadero porque funciona, funciona
a pesar de los cristianos y de los obispos.
A lo largo de dos mil años muchas personas han experimentado que Cristo las
amaba no cuando eran buenos y justos sino cuando eran malvados y pecadores.
Eso quiere decir gratis, por gracia. Esto ha mejorado sus vidas. Yo soy una
de esas personas y me siento ofendido cuando se ataca al Papa cobardemente.
Porque se sabe que es manso, humilde, no se va a defender, no te va a
denunciar.
Yo no he visto que la iglesia imponga nada, ni amenace. No tiene policía.
Pero una madre avisa al menos si ve que un hijo se quiere tirar bajo un
camión o a un barranco, o se mete en algo que le hace mal.
En fin, ciertamente no estamos en la época de la cristiandad, sino en una
época secularizada, de libertad de creencias, libertad fruto de la
maduración del mismo cristianismo, puesto que ninguna otra cultura ha
propuesto la libertad.
Por eso, en nombre de la dignidad humana (Cristo ha dicho que el hombre es
templo de Dios, que el hombre es sagrado), de la libertad de las personas
que se juntan para el fútbol o para tantas cosas y experiencias que
compartir, incluyendo la fe, en nombre de la convivencia pacífica, te
sugiero y te pido que dejes de atacar la libertad de Benedicto XVI de
visitar a sus hijos, y la libertad de sus hijos de reunirse públicamente. Si
es que queremos vivir en un país y en un mundo democrático y libre (gobierno
del pueblo y pueblo libre).
Te saludo con la Paz de Cristo, si la quieres recibir.
José Antonio
[José Antonio García Hernández]

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Javier.
Atentamente,

Anónimo dijo...

Qué tristeza que estos activistas gay anden haciendo de las suyas. Seguro
que nos tocará ver algún show desagradable cuando estemos por allá. En
fin... espero que eso no le quite el sabor a la paella del Sr. Mandingorra.

Bueno... pero la carta es muy buena, realmente. Gracias por enviármela.

Anónimo dijo...

¡Qué situación, y que hermosa y perfecta carta! Ojala prenda en el corazón
del destinatario, Con aprecio