miércoles, mayo 10, 2006

NECESIDAD DE MODELOS

En un reciente congreso de filósofos y pensadores de ámbito internacional se
analizaron diversas cuestiones relativas a las corrientes de pensamiento
actualmente más en boga. Una de las conclusiones más unánimes se refería a
algo que quizá, a primera vista, puede parecer muy simple. Podría resumirse
en que el atractivo de la persona individual tiene mucha fuerza, más que las
doctrinas y que las ideologías.

Que lo normal es seguir a las personas, más que a las ideas. Y ese
natural deseo de emulación, muchas veces casi imperceptible, no es algo que
se reduzca a los niños, o al seno de la familia, o a la educación.

Siempre, pero quizá más en tiempos de controversias ante los
valores, emerge con fuerza inusitada el hombre concreto, el modelo
individual. Más que ideas generales, se buscan modelos humanos vivos,
personalidades concretas que sirvan de referencia. Se escriben y se venden
infinidad de biografías. Se buscan vidas que, por su categoría humana o
espiritual, sean dignas de admirar o imitar. La gente no quiere teorías,
busca la elocuencia de las obras.

A la hora de pensar cuáles son los modelos humanos con los que
tienen oportunidad de identificarse nuestros hijos, podríamos analizar
algunos aspectos interesantes.

Los primeros formadores Por ejemplo, Chesterton decía que los
profesores son las primeras personas adultas distintas de sus propios padres
que el niño conoce con cierta continuidad. Y que, por tanto, de ellos es
quizá de quienes más aprenda a hacerse adulto. Desde luego, una razón de
peso para elegir bien el colegio al que va.

Primero sus maestros, y después sus profesores, tienen un gran
protagonismo en su educación. Porque hasta el simple trato humano tiene ya
un gran poder formativo o deformativo.

De todas formas, quizá de unos años a esta parte ha aumentado la
influencia de otros muchos modelos. Un deportista famoso, una cantante, o el
protagonista de una película o de una serie de televisión, pueden producir
en los chicos una fuerte tendencia a asumir detalles que consideran
atractivos en el carácter de esas personas. Y lo malo es que a veces esos
modelos son muy poco positivos.

Quizá de ahí arranque la falta de pautas morales válidas en la vida
de algunos jóvenes. Es decisivo que quien está a punto de ser hombre o de
ser mujer tenga ante sus ojos modelos atractivos y logrados, de modo que
adquieran así criterios de estimación válidos. El entorno es muy importante.

A veces lo notan los padres cuando sienten, con dolor, que parece
que a los ojos de sus hijos lo menos importante es lo que dicen sus padres.
Es una actitud muy propia del adolescente y contra la que resulta difícil
luchar de frente. Quizá de modo indirecto puede hacerse más. Muchas veces no
basta con charlar con ellos y procurar hacerles razonar, porque quizá su
autosuficiencia adolescente les retrae de hablar confiadamente con sus
padres.

Un entorno favorable ¿Qué hacer entonces si los hijos son ya
adolescentes? Por tu parte, todo lo que puedas; pero quizá, considerando
esto de los modelos y del entorno, procura también que tus hijos tomen
contacto con personas que puedan hacerles bien. Por ejemplo, resumiendo lo
que hemos tratado, puede ser positivo:

1. procura elegir bien el colegio y habla con frecuencia con el
preceptor o tutor;


2. haz algo por ir conociendo a sus amigos, para poder así darle de vez
en cuando algún buen consejo, delicadamente y respetando su libertad;


3. procura, siempre que sea posible, que la televisión se vea en casa
de modo familiar: una película bien elegida puede ser una espléndida ocasión
para provocar una tertulia donde conozcamos el modo de pensar de nuestros
hijos y el eco que tiene en ellos lo que han visto;


4. aplica tu imaginación para que los chicos tomen contacto con ideas y
actitudes sensatas;


5. haz lo posible para que se muevan en un ambiente favorable al buen
desarrollo de su personalidad: por ejemplo acudiendo a un club juvenil donde
puedan pasarlo bien de forma sana, hacer buenos amigos en un ambiente
adecuado y recibir una ayuda en su formación;


6. evita esos lugares de vacaciones o de fin de semana donde resulta
tan fácil verse envuelto en un ambiente de personas con planteamientos
inadecuados sobre los modos de divertirse (es sorprendente el porcentaje de
alumnos que vuelven irreconocibles a clase después de un verano
desafortunado); etc.

Si en las edades clave falla el entorno, de poco sirven los
razonamientos teóricos con los hijos. Decía Confucio que no son las malas
hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.
Un colegio equivocado, un lugar de veraneo de bajo nivel moral, o una
indigestión habitual de televisión indiscriminada, por ejemplo, pueden echar
por tierra muchos esfuerzos hechos en casa por mantener limpias las mentes
de los chicos.

Si no se actúa sobre el entorno, puede suceder como en aquel dicho
del cadáver en la piscina: "Mientras no se saque el muerto, de poco vale
echar cloro".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Habitualmente recibo sus mail; este me ha resultado particularmente util.
Dios se lo pague.

Cordialmente.

Sergio González Ramos
San Rafael-Argentina

Anónimo dijo...

Gracias, Javier !!! Por tus profundas y valiosas reflexiones.
Cariños: Stella Maris

Anónimo dijo...

Lo que dice este artículo es muy
cierto, porque sin querer buscamos personas a imitar.
Cuando conocí a Juan Pablo II, sin pretender imitarlo, por supuesto,
dije:
"aquí está la verdad".Su personalidad, su bondad, su entrega, su lucha
incansable por el bién, su amor al prójimo, aún a sus enemigos, ( cosa
que no
había visto nunca), me sirvió de enseñanza, y penetró tan profundamente
en mi corazón, que cada rato aparece en mi pensamiento, con un cariño
indescriptible, y cuando veo una foto de ÉL, me quedo mirándolo o mejor
dicho "admirándolo", con mucho AMOR.
También pude comprender ( en algo), su Cruz, sus sufrimientos, su
valentía
hasta el final, porque el " mundo " no perdona. Realmente es un hombre
admirable.
En cuanto al colegio, es cierto, porque en mi casa no tenía a quien
imitar, pero tenía una Directora, que se llamaba Irma Suarez, y en las
horas
libres, venía y nos hablaba de "valores", cosas desconocidas para nosotros
los alumnos, que nos quedaron grabadas en el pensamiento.
También su rectitud, su justicia, cuando hacías algo, ya sea malo o
bueno.,
que realmente la admirábamos mucho..
Fue una gran Directora para nosotros, pues cuando hacíamos algo malo, y
nos reprendía, en el fondo sabíamos que era justo.
En cuanto a mi ideal en la fantasía, era Robin Hood, el que quitaba a
los
ricos para darle a los pobres...
Me parecía hermoso, que hubiera alguien que hiciera justicia.
Afectuosamente Silvia.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la información que me estas mandando me ha sido de
mucha utilidad para tener mas comunicación con mi esposo en como debemos y
queremos educar a nuestro bebe.

Anónimo dijo...

HOLA JAVIER: NO TENGO EL GUSTO DE CONOCERTE PERSONALMENTE, PERO SÍ POR LAS
REFLEXIONES QUE ME ENVÍAS. MUCHAS GRACIAS, PUES ME SIRVEN DE MUHO EN MI
TRABAJO EDUCATIVO EN EL COLEGIO Y CON LAS FAMILIAS