Violencia entre gays: la Ley de Violencia de Género no la  previene
  El 32% por ciento de las parejas de gays y lesbianas han  sufrido violencia de pareja, según la revista gai 'Advocate' 
  Un homosexual maltrata a otro. Una lesbiana, a otra. Es  difícil denunciarlo: has de contar las vejaciones, ataques, tu vida sexual... y  además, al ser un hombre contra hombre o mujer contra mujer, se acaba apreciando  como una lucha entre iguales. No es fácil convencer de que eres una  víctima.
  Ahora los gays se quejan de la muy progresista Ley Integral contra la  Violencia de Género. 
  "¿Género? ¿Por qué no hablar de violencia de pareja? Se trata de una  normativa elaborada desde el sexismo feminista; de proteger a la mujer por  encima de todas las cosas, dejando de lado otros tipos de violencia entre  personas con relaciones sentimentales, sexuales y afectivas. El resto de modelos  de convivencia están desprotegidos", señala taxativamente el presidente de la  Asociación de Gais y Lesbianas de Cantabria (Alega), Regino Mateo, entrevistado  en EL DIARIO MONTAÑÉS (19/03/06). 
  Y es que en Santander se ha presentado una denuncia de un homosexual contra  su compañero sentimental por malos tratos. La primera en España. Es violencia  doméstica, pero no puede acogerse a la Ley de Violencia de Género porque no son  de sexo distinto. 
  "En Cantabria -aclaran desde la Guardia Civil- no existe ni un sólo centro  de acogida para hombres, así que en el caso de necesitarlo no podrían hacer uso  de la garantía que ofrece la Ley Integral de Violencia de Género para las  mujeres". Lo mismo se podría decir de un abuelo que quisiese huir de sus hijos o  nietos maltratadores. 
  Relaciones violentas 
  Según el sexólogo cántabro Carlos San Martín, "el 32,2 % de las parejas  de gais y lesbianas admiten haber sido víctimas de violencia por parte de su  pareja, según un estudio de la revista gai Advocate, cuya estadística es  plenamente extrapolable a la comunidad homosexual en España. El problema radica  en el escaso número de denuncias, y en la dificultad de establecer los roles de  'agresor-víctima' a nivel legislativo, a pesar de que éstos entre los gais y  lesbianas también existen". 
  El estudio Greenwood et altri, realizado en el año 2002 a un total de 3.700  hombres homosexuales estadounidenses, puso de manifiesto con especial crudeza  que dos de cada cinco personas encuestadas habían sufrido en alguna ocasión  algún tipo de maltrato físico en sus relaciones de pareja. 
  Violencia doméstica 
  En 2002, la Traditional Values Coalition publicó en EEUU un informe  recopilando datos sobre violencia doméstica ("Domestic Battering"). Había  bastantes datos sobre la violencia entre homosexuales y lesbianas, más alta que  en parejas heterosexuales.
  Según las estadísticas del FBI de 1999, en EEUU se produjeron 1.317  incidentes de agresiones entre homosexuales, desde el asalto hasta las  injurias graves.
  También en 1999, según datos de la Coalición Nacional de Programas  Antiviolencia, hubo 3.120 incidentes de violencia doméstica homosexual  registrados en San francisco, Nueva York, Chicago, Boston, Los Ángeles,  Colorado, Cleveland y Columbus.
  También en 1999 la revista Clinical  Psychology Review revisó 19 estudios sobre violencia doméstica  homosexual: el 28% de las parejas homosexuales de ambos sexos registraron  violencia física; en concreto se registró violencia en el 48% de las parejas  lesbianas y en el 38% de las parejas de varones. En un estudio sólo de  parejas lesbianas, se registraban maltratos psicológicos entre un 73% y un 90%  de las parejas. Más de un 30% de las lesbianas habían estado en una relación  donde al menos había sucedido una agresión física.
  Otro informe importante es el de los National Institutes of Health del año 2000: "los  convivientes del mismo sexo registraron una violencia con la pareja íntima  significativamente mayor que los convivientes de sexos opuestos". El 39,2% de  las lesbianas declaró haber sido agredida físicamente, acosada o incluso  violada por su pareja del mismo sexo. Entre los varones homosexuales, un 15,4%  admitió haber sufrido estas actividades.
  Se trata, pues, de un fenómeno muy extendido, que muchos pueden ligar a  otros hábitos propios del estilo de vida gay, como la falta de compromiso,  inmadurez psicológica, relaciones emocionalmente dependientes, depresiones,  promiscuidad, etc...
 
 
2 comentarios:
Es impresionante saber todo esto, la violencia esta por todo el mundo y afecta a cualquier genero.
Tiene que ver como crecio el joven o la joven.
Saludos
. Gracias, Javier!
Ja... se ve que el tiro les ha salido por la culata a las que promueven la
violencia de género para destruir la familia.
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