martes, abril 30, 2013

MADRES SOLTERAS


“Madres solteras jóvenes”: en EE.UU. este concepto se encontraba ligado a adolescentes que habían quedado embarazadas en su etapa escolar. Debían enfrentarse solas a sacar adelante a su hijo o viviendo con sus padres y con la ayuda que estos les pudieran prestar. Según 1The Wall Street Journal, este concepto ha ido evolucionando a lo largo de las dos últimas décadas, ya que este tipo de embarazos en adolescentes ha disminuido un 42%.
Ahora, la típica “madre soltera joven” es una graduada de escuela secundaria al comienzo de sus veinte años que bien podría estar viviendo con el padre del bebé. Este tipo de embarazos han aumentado un 27% en los últimos veinte años.
Actualmente, del total de nacimientos, el 41% se producen fuera del matrimonio. De ellos, el 60% corresponden a mujeres veinteañeras mientras que solo el 20% son chicas menores de 20 años.
Al cumplir los 30 años, dos tercios de las mujeres estadounidenses ya han tenido su primer hijo, generalmente fuera del matrimonio. Esta situación provoca que el niño crezca en una situación inestable y de desventaja emocional frente aquellos que nacen en el seno de una familia constituida. De hecho, más del 40% de las parejas que tienen un hijo sin casarse rompen antes de que el hijo cumpla los cinco años, el triple que las parejas casadas a su misma edad y con hijo.
El crecimiento del número de madres solteras entre los 20 y 30 años refleja también la tendencia a retrasar el matrimonio. La edad media de contraer matrimonio está en su máximo histórico: 29 años en los varones y 27 en las mujeres. En el caso de que la mujer tenga estudios universitarios, la edad media asciende.
Este retraso también tiene efectos positivos, ya que ha dado a muchos jóvenes la oportunidad de terminar su educación y asentar su carrera profesional y su situación económica antes de formar una familia. Un ejemplo es que las mujeres con estudios universitarios que esperan hasta los 30 años para casarse tienen mayores ingresos –unos 10.000 dólares más al año– que las que se casan con 20-25 años. El retraso del matrimonio también ha contribuido a reducir la tasa de divorcios, que ha estado cayendo lenta pero constantemente desde 1980.

lunes, abril 22, 2013

GESTIONAR LAS EMOCIONES NEGATIVAS EN LOS NIÑOS

Opiniones

Si no puedo nombrar las emociones, me será más difícil gestionarlas y habrá más riesgo de somatizaciones.

 


Sandra Toribio No cabe duda de que si hay algo que los padres y madres intentan evitar a toda cosa es el sufrimiento de sus hijos e hijas. Su preocupación es constante desde los primeros momentos del embarazo y los posteriores al nacimiento: “¿Estará bien? ¿Tendrá frío? ¿Calor? ¿Llorará porque tiene hambre?”.

Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, resulta inevitable que exista cierto nivel de disconformidad y angustia a medida que vamos creciendo: los “mayores” lo sabemos bien. Es imposible pasar un solo día en el que todo vaya “sobre ruedas” todo el tiempo: nos sentiremos preocupados o enfadados ante un mal gesto o una mala contestación de alguien, decepcionados con nosotros mismos si algo no nos sale como esperábamos o tristes al escuchar una determinada noticia. ¿Tienen las emociones negativas algún aspecto positivo? Las emociones existen porque tienen una función, sirven para algo. De hecho, el que podamos sentir alegría o tristeza resulta fundamental para nuestra supervivencia como especie, ya que las emociones nos ayudan a tomar decisiones.

En qué consiste en realidad un sentimiento

Además, las emociones resultan fundamentales para la comunicación, ya que normalmente, tienen un efecto sobre el otro. Si sentimos angustia o tristeza [1], normalmente esperamos que otro nos calme, que se acerque a nosotros, que nos pregunte qué nos pasa o si puede hacer algo para ayudarnos. Esto lo podemos entender desde cuando un niño llora y acude a su madre o padre, o cuando un adulto con una crisis de ansiedad acude a un servicio de urgencias: en ambos casos se espera que haya un otro que contenga y calme.
Pero, ¿de qué hablamos en realidad cuando hablamos de emociones y sentimientos? Antonio Damasio hace la siguiente distinción: “Cuando experimentas una emoción, por ejemplo la emoción de miedo, hay un estímulo que tiene la capacidad de desencadenar una reacción automática. Y esta reacción, por supuesto, empieza en el cerebro, pero luego pasa a reflejarse en el cuerpo, ya sea en el cuerpo real o en nuestra simulación interna del cuerpo. (…) Y todo este conjunto –el estímulo que lo ha generado, la reacción en el cuerpo y las ideas que acompañan esa reacción– es lo que constituye el sentimiento [2].” Otro experto en la materia,Paul Ekman [3] (psicólogo conocido por sus estudios sobre la categorización de emociones y la importancia del lenguaje no verbal), realizó en 1972 una clasificación de las emociones básicas o biológicamente universales: repugnancia, alegría, ira, miedo, sorpresa y tristeza. Dos décadas más tarde, amplió considerablemente esta lista, incluyendo desprecio, culpa, orgullo, alivio, vergüenza y satisfacción, entre otras.

La dificultad de los adultos para gestionar las emociones
Sin embargo, no siempre es fácil ponerle nombre a lo que sentimos. Es algo a lo que desde pequeños nos tienen que ayudar los adultos. Por ejemplo, “estás enfadado porque mamá no te ha hecho caso”, o “es normal que estés triste porque ya no vas a estar en clase con tu profe”, o “¡qué alegría que hayas ganado el concurso de pintura!”, son frases con las que padres y madres ponen en palabras los sentimientos de los hijos. A veces resulta más fácil poner en palabras las emociones positivas: desde pequeños se nos enseña a estar contentos cuando recibimos una buena nota o a expresar gratitud cuando recibimos un regalo. Sin embargo, hay algunas emociones que tardan más enseñarse, como es el caso de la angustia. No es común escuchar a un niño pequeño decir: “Estoy angustiado”. ¿Por qué, si los adultos tenemos bien registrado qué significa esto? Quizás tenga que ver con que determinadas emociones negativas son especialmente difíciles de gestionar por los propios adultos. Además, algunas emociones, como el miedo, la alegría o la tristeza, son más fáciles de explicar que otras porque normalmente son producidas por un hecho en concreto. Por ejemplo, si un niño o niña pasa al lado de un perro grande y de repente éste se pone a ladrar, es normal que se asuste y tenga miedo pensando que quizás le quiera morder.
Pero emociones como la angustia son mucho más difusas, no son necesariamente desencadenadas por algo en concreto, sino que más bien tienen que ver con determinados estados más generales. Por ejemplo, si el profesor o la profesora (con quien, podemos suponer, hay un fuerte vínculo) se marchan de baja y viene un sustituto, a priori, como adultos, podríamos suponer que este hecho en sí no tiene por qué ser estresante: es normal que los adultos necesiten coger bajas en según qué circunstancias. Sin embargo, quizás para un niño o niña, esta situación pueda resultar tremendamente angustiosa: “¿qué le habrá pasado a mi profe? ¿Cómo va a ser ahora con éste nuevo? ¿hasta cuando va a quedarse?”,… Y esta situación no “encaja” con las emociones más básicas: no es necesariamente miedo, ni enfado, ni tristeza. Es algo mucho más complejo.

Catalogando los sentimientos
¿Por qué es importante que padres y madres ayuden a sus hijos e hijas a gestionar las emociones? Es fundamental que los adultos puedan ayudar a los niños y niñas a poner en palabras sus emociones, y no sólo las más básicas. Cuanto más rico sea el abanico que se utilice con ellos desde que son pequeños, mejor preparados estarán de mayores para poder hacer frente a las múltiples y complejas situaciones con las que se irán encontrando. Al igual que si sólo dispongo de martillo sólo podré “clavar clavos”, si sólo dispongo en mi vocabulario de alegría-tristeza-miedo-sorpresa-enfado, habrá muchas situaciones que no podré “catalogar”. Y si no puedo nombrarlas, sin duda me será mucho más difícil gestionarlas y habrá más riesgo de somatizaciones cuando esos niños y niñas vayan creciendo.

[1] Martínez Ibañez, J. J. (2013). Las dos edades de la mente: Vicisitudes del funcionamiento mental. Ágora Relacional.
[2] ”El cerebro, teatro de las emociones”. Entrevista de Eduard Punset a Antonio Damasio. Extraído el 18 de Marzo de 2013. http://www.eduardpunset.es/419/charlas-con/el-cerebro-teatro-de-las-emociones.
[3] Paul Ekman. Consultado el 18 de Marzo de 2013. https://paulekman.com/.

sábado, abril 20, 2013

SOBREPROTECCION



Beatriz San Millán Pérez 


Más o menos, todos tenemos un concepto formado sobre lo que es la sobreprotección... Si lo tuviéramos que definir diríamos que es lo que hacen algunos padres con sus hijos cuando intentan que no les ocurra nada y parece que quieren meterles en una burbuja para que estén a salvo de los peligros del mundo. Ningún padre querría que a su vástago le ocurriera nada malo y mucho menos si ha habido problemas de fertilidad. Parece que el cariño se demuestra con la protección y la función de padres es principalmente evitar todos los obstáculos que pueda encontrar el hijo en su camino.

Para ello constantemente se le dice que no haga esto o aquello porque se va a hacer daño. No se le permite llorar porque, inmediatamente, supermamá o superpapá están encima del niño haciéndoles carantoñas o dándoles lo que querían para que no caiga ni una sola lágrima de los ojos del niño. Todo esto con la buena voluntad de evitar los fracasos a un ser que es demasiado pequeño e indefenso como para pasarlo mal. “Con lo cruel que es el mundo ya tendrá tiempo de pasarlo mal cuando sea mayor.” Y esta frase hace que la persona que lo oye le dé automáticamente la razón al progenitor y caiga en un estado de culpabilidad por haber creído que no es malo que una criatura así llore.
Hasta aquí parece que es lo que todos entendemos por “sobreprotección”. Pero existe otro tipo de sobreprotección que resulta un tanto paradójico y que no se lleva a cabo únicamente con los hijos. Es el “autoritarismo”, el típico progenitor o la mujer controladora. Es necesario distinguir aquí el marido sargento machista que se guía por creencias anacrónicas o el cónyuge maltratador. Por eso, en un matrimonio suele ser ella la que lleva el papel de “sargento”. Estas personas tienen muy claro que no quieren caer en la sobreprotección de su prole porque para ellos supone el consentirles todo y que se vuelvan unos mimados. Se caracterizan por ser personas que tienen unas reglas muy claras sobre cómo debe ser… TODO. No sólo la manera de educar a sus hijos sino que su vida está llena de normas rígidas que no se pueden cambiar bajo ningún concepto ya que si no perderían la consistencia y serían considerados personas volubles o poco creíbles.
Cada uno con su vida puede hacer lo que quiera pero el problema viene cuando se hace con otras personas. Los padres que ponen normas demasiado estrictas a sus hijos que no se pueden cambiar bajo ninguna circunstancia. Los que les exigen que lo hagan todo bien, que saquen buenas notas que sean los mejores en el deporte que practican que, además, sepan tocar un instrumento o hablar un montón de idiomas perfectamente... Las esposas que no dejan ni menearse a su marido y le critican su comportamiento constantemente. Las amigas o hermanas que se encargan de solucionarles los problemas gordos a las otras diciéndoles y casi obligándoles a que hagan lo que ellas les dicen, llevando un control frecuente de sus rutinas, actividades o relaciones sociales o amorosas. Si no se cumplen sus indicaciones se exponen a un enfado, muchas veces irracional. Y si, efectivamente, salen mal las cosas aparecerá el “¿Lo ves? Ya te lo dije y no hiciste caso.” Pero en el caso de que salgan bien no se escapará al “Ya veremos…hoy te ha salido bien de casualidad pero seguro que al final verás cómo tenía yo razón…”.
En realidad, no se trata del estilo educativo de la persona sino de la propia personalidad. El ser controlador significa no dejar nada al azar y planificarlo todo perfectamente para que no haya errores después. Piensan que los errores no deberían ocurrir si se saben prevenir y que si se producen es que se ha hecho algo mal y, por tanto, no se es suficientemente hábil. Y si no se es hábil es que se tienen fallos, con lo que se convierten en personas criticables, lo que a su vez significa que si les critican corren el riesgo de que sean rechazados por las personas importantes para ellos. Y uno de los mayores errores, por supuesto, es el no haber hecho todo lo posible para evitar que las personas a las que más aprecian fracasen.

ÉXITO Y FELICIDAD



Las decisiones que contribuirán a la elección de la profesión que el niño tendrá cuando sea mayor empiezan muy pronto.

 


Esther Gómez 

Una de las mayores preocupaciones de los padres es el futuro profesional de sus hijos. Las nuevas generaciones cada vez están mejor preparadas y tienen más formación que las anteriores. El mundo es cada vez más competitivo y los padres son conscientes de la importancia de la formación para el éxito profesional.

Sin embargo, cada vez hay más estudios que demuestran que no todo el éxito profesional se decide por la formación. Hay otros recursos emocionales que no solo contribuyen a este éxito, sino que más bien lo determinan. Pero queremos dar la importancia que se merece a cada una de las variables: una buena elección en la formación por un lado e inteligencia emocional por otro.

¿Cómo podemos ayudar a elegir bien a nuestros hijos?
La elección de la profesión es algo importante y complicado. Los que ahora son niños, cuando se incorporen al marcado laboral, pasarán más de treinta años de su vida haciendo la actividad que elijan para la cual se han formado, por lo que la elección de la formación tiene una importancia crucial.
Las decisiones que contribuirán a la elección de la profesión que el niño tendrá cuando sea mayor empiezan muy pronto. Por ejemplo, las primeras elecciones tienen que ver con las actividades extraescolares que se realizan en primaria.
Los padres pueden tomar varias posturas a la hora de aconsejar a sus hijos. Pueden fijarse en qué le gusta al pequeño, o pensar en qué actividad le puede venir bien para el futuro.
Hay padres que directamente eligen por sus hijos. Hay niños que no piden hacer una actividad extraescolar concreta, pero los padres le apuntan. Uno de los motivos puede ser querer que el pequeño aprenda alguna habilidad que le puede venir bien; otro que se divierta; y en ocasiones, los motivos tienen más que ver con los deseos propios del adulto, esto es: el papá o la mamá necesitan reparar un deseo propio no cumplido en su infancia.
Hay veces que a los padres les hubiera gustado jugar al tenis, tocar el piano o hacer gimnasia rítmica cuando eran pequeños, y no pudo ser, y entonces apuntan a sus hijos para vivir esta actividad a través de los hijos.
Esta opción en sí misma no es mala. Lo importante es no perder de vista si el niño quiere hacer esa actividad o no. Hay veces que los papás se muestran tan entusiasmados que los niños no manifiestan su descontento con la actividad porque sienten que defraudarían a sus padres y esto los pequeños lo suelen llevar mal.
En otras familias, los peques plantean directamente que no quieren ir y aún así, los padres insisten. En estos casos recomendamos siempre que decidan los pequeños. Hay muchas cosas a lo largo de su día a día que los pobres no pueden decidir, que para ellos es una obligación y nadie les ha preguntado si les parece bien o no, como son ir al colegio, hacer los deberes, estudiar, y tareas que en ocasiones se les pide en casa, como recoger su habitación, hacer su cama, etc.
Por lo tanto, creemos necesario que ellos puedan tener una actividad elegida por ellos y esta puede ser la actividad extraescolar. Les hará sentirse importantes y podrán conectarse con sus propias necesidades y deseos, lo que les hará conocerse más a sí mismos. En este sentido no es importante si cada año cambian de actividad. No sólo tienen que saber lo que les gusta, también es importante que se conecten con lo que no les gusta. Y hay cosas que hay que probarlas para saber si a uno le gustan o no.

jueves, abril 18, 2013

PROHIBIDO PROHIBIR?

Opiniones

Creer que una relación horizontal con nuestros hijos puede ser útil y satisfactoria es un verdadero error.

 


Algunas personas, sobre todo madres, se sorprenden siempre cuando en los diferentes foros en los que intento transmitir mi forma de ver el problema educativo que hoy en día estamos sufriendo todos, negando la realidad o mostrándose totalmente aquiescentes con las conductas que tienen que soportar casi diariamente con su descendencia, aún dentro del hogar, totalmente equivocadas y carentes del sentido de la imparcialidad más absoluta. Es normal, nos dirán, yo los he parido y pobres… con lo que pasamos en nuestra época… Y es cierto, seguramente, antaño, no había opción, era diferente. Existían componentes con muchos claroscuros y factores que hoy, se podrían ver como ridículos fuera de contexto.
Pero seamos realistas, el cálculo por probabilidades, es convertir esta sociedad en algo completamente distinto a lo que hemos vivido en relación con los valores más básicos relacionados con un mínimo de respeto y educación no solo hacia nuestros padres, sino hacia la misma sociedad, reflejo de la familia que estamos configurando.
Observo en nuestros hijos todo lo contrario a lo que hemos vivido, y retomando lo citado anteriormente, me sorprende que se sorprenda una madre cuando su hijo es un flagrante incumplidor de normas, además de un dictador familiar y que consuma drogas los fines de semana. Y ella tan tranquila viéndolas venir con total resignación. Evidentemente, no podemos culpar a nadie, sino hacernos todos responsables de estas actitudes porque es imprescindible evitar que los chicos tomen el poder. Creer que una relación horizontal con nuestros hijos puede ser útil y satisfactoria es un verdadero error.
En este momento, parece que está prohibido prohibir y no solamente eso. La promoción del placer sin límites, que me parece muy bien por otra parte, pero de manera serena y en personas con su personalidad formada, no en adolescentes sin rumbo que no saben dónde se encuentran. El individualismo exacerbado y la superficialidad más marcada la estamos sufriendo en nuestros jóvenes que no conocen cuál es su límite.
La madre normalmente trata de utilizar su inteligencia, que es la única herramienta que tiene a mano, según el investigador Aldo Naouri; parte del principio de que su hijo, cuando estaba dentro de ella, estaba en absoluta seguridad. Entonces, construirá alrededor de su hijo un útero virtual, infinitamente extensible, de donde nunca deberá salir. Le dará todo lo que quiera…
Finalmente hablemos del futuro, que es el presente que nos ha tocado vivir… cuando sean adultos tendrán un profundo rechazo por el esfuerzo, querrán ganar mucho dinero y sobre todo no complicarse la vida, pero sí complicársela a los demás. Por lo tanto, debemos estar pendientes de lo que estamos fabricando y el tipo de sociedad que en un futuro, me gustaría fuera diferente a la que actualmente padecemos.
La solución depende de nosotros,madres y padres.

javier Soria
 

martes, abril 16, 2013

ADOLESCENTE Y SU IDENTIDAD

Esta búsqueda comienza con lo que se denomina la crisis primaria, una crisis en la cual los jóvenes luchan por encontrar la combinación apropiada entre autoafirmación y solidaridad grupal. Este es el momento del descubrimiento de sí mismo.
Sobre todo en los primeros años, los adolescentes suelen tener varias identidades. Muchos experimentan, desarrollando múltiples “yo”, probando diversos roles y personalidades.
El logro de la identidad es el objetivo final, que se alcanza cuando los adolescentes reconsideran todos los objetivos y los valores establecidos por sus padres y por la cultura, aceptando algunos y rechazando otros.

1. En la actualidad, los investigadores consideran que hay cuatro caminos hacia la identidad:
Difusión: Es lo opuesto al logro de la identidad. Los jóvenes que muestran difusión tienen dificultades para cumplir con las demandas habituales de la adolescencia, como completar las tareas escolares, encontrar un trabajo, hacer nuevos amigos y pensar en el futuro. La difusión no es tanto un tipo de identidad como la carencia de ella, la ausencia de autodefinición o compromiso. Un ejemplo de difusión puede ser un adolescente al que las críticas de los padres o los plazos vencidos de un trabajo parecen resultarle indiferentes.
Identidad Prematura: Ocurre cuando los jóvenes acortan su búsqueda sin cuestionarse sus valores tradicionales o adoptando una identidad preformada. Estos jóvenes podrían aceptar los roles y las costumbres de sus padres o de su cultura en lugar de explorar alternativas y forjar su propia identidad. Un ejemplo podría ser un varón adolescente que siempre ha tenido previsto seguir los pasos de su padre. Si el padre fuese médico, el hijo estudiaría medicina.
Identidad negativa: Algunos adolescentes deciden que los roles que los adultos les ofrecen son inalcanzables o no les resultan atractivos, aunque no pueden encontrar alternativas que sean verdaderamente propias. La reacción puede ser una identidad negativa, es decir, contraria a lo que se espera de ellos. El factor fundamental en la identidad negativa no es la identidad en si misma sino el desafío rebelde que subyace a ella. Por ejemplo el hijo de un maestro se niega a ir a la universidad.
Moratoria de la identidad: Por último, en el proceso de búsqueda de una identidad madura, muchos jóvenes declaran una moratoria de identidad, una especie de receso. Es una pausa en la formación de la identidad. Se exploran alternativas pero se pospone la identidad definitiva. No es necesariamente dañina. Un ejemplo podría ser una academia militar o una misión religiosa o viaje.

domingo, abril 14, 2013

DRUNKOREXIA

La drunkorexia es una enfermedad que mezcla la anorexia y elalcoholismo. En este trastorno, los afectados reemplazan las calorías de la comida por las que aportan las bebidas. Hablamos de un trastorno que crece entre los jóvenes; la idea es no comer para poder seguir bebiendo.

En la drunkorexia (drunk es borracho o ebrio en inglés) una serie de alteraciones en la alimentación diaria se sostienen en el abuso de alcohol. En este trastorno alimentario se une la obsesión por estar delgado con la aceptación social del consumo de alcohol.
Así, al reconocido perjuicio para la salud del consumo desmesurado de alcohol se suma el aporte de energía (calorías) de todas aquellas bebidas alcohólicas. Un gramo de alcohol aporta 7 kilocalorías. Es fácil estimar las calorías derivadas del consumo de distintas bebidas. Estos son tres ejemplos:
- Un combinado supera las 200 calorías
- Una lata de cerveza (330 ml) supone alrededor de 110 calorías
- Un vaso de vino (125 ml), unas 80 calorías
Expertos del Instituto de Obesidad alertan de los riesgos de la drunkorexia, que crece entre los más jóvenes, que se comportan “creyendo que las calorías no ingeridas por los alimentos tradicionales se compensarán con las calorías de las bebidas alcohólicas”.
En cuanto a los efectos que esta enfermedad tiene en el organismo, los profesionales destacan que el hígado femenino sufre más por el alcohol, “aunque ingiera menos cantidad y durante un tiempo más corto que el hombre”. Así, bebiendo la misma cantidad que un varón, “la sangre de una mujer absorbe entre un 30% y un 50% más”, señalan.
Además, el corazón femenino también es más vulnerable, ya que “con un 60% menos de alcohol pueden sufrir la misma cardiopatía”, observan. A pesar de ello, la drunkorexia se está extendiendo, “sobre todo, entre las chicas jóvenes”, lamentan.
Para atender a estos jóvenes debe intervenir un psicólogo con el objetivo de tratar la adicción, los problemas asociados y la pauta errónea adquirida, un nutricionista para restaurar el equilibrio nutricional perdido y un médico de cabecera.

lunes, abril 01, 2013

EDUCACIÓN POR SEXOS EN ALEMANIA


La Constitución de Alemania "no prohíbe la educación diferenciada por sexos sino que la admite"
 
"La libertad de elección de los padres y el derecho a fundar escuelas privadas están recogidos en la Constitución" y "no es admisible hacer obligatorio un único proyecto educativo", afirma un juez federal alemán
 
Un juez del Tribunal Administrativo Federal alemán con sede en Leipzig, Werner Neumann, ha intervenido en el debate generado en Alemania sobre la conveniencia, o no, de abrir el primer centro escolar exclusivamente masculino en la antigua República Democrática alemana, al defender el derecho a optar por la educación diferenciada.

"La Constitución de la República Federal de Alemania no prohíbe la educación diferenciada por sexos, sino que la admite", motivo por el que “no es admisible hacer obligatorio un único proyecto educativo” ha afirmado Neumann.

Para el juez, solo cabría prohibir la educación diferenciada por sexos si ésta se opusiera a los “conocimientos científicos reconocidos entre los especialistas”, algo que no sucede, e incluso “quizás en el futuro vuelvan a recomendar la segregación por sexos”, añadió el juez.

La postura contraria estaba planteada por el Ministerio de Educación de Brandeburgo y se basaba en la defensa de que la educación diferenciada es contraria a la igualdad de los sexos que se garantiza en la constitución alemana, objetivo que solo es posible con el establecimiento de una educación conjunta.

Sin embargo, esta posición no ha sido avalada en el Tribunal Administrativo local y en el de este land. Según ha declarado el presidente del Tribunal, “el principio de igualdad entre hombres y mujeres también puede conseguirse en clases diferenciadas”.

En este sentido,-prosigue el juez-, “los titulares de escuelas privadas pueden elegir los métodos y las formas de organización de las clases libremente, de acuerdo con sus principios pedagógicos”.

Aunque la socialista ministra de Educación de Brandeburgo, Martina Münch, ha manifestado lamentar esta decisión judicial por considerar que favorece la discriminación por razón de sexo, los partidos de la oposición, como Democracia Cristiana y Liberal, consideran el fallo como una victoria de la libertad de elección y un reconocimiento de un derecho que está reconocido en la Carta Magna alemana.

Como afirma también uno de los portavoces de ‘Democracia Cristiana’, Andreas Büttner, “La libertad de elección de los padres y el derecho a fundar escuelas privadas están recogidos en la Constitución”.

Consecuencia inmediata de la admisión de la educación diferenciada por sexo es que la administración pública tenga que apoyarla económicamente mediante financiación.

Los inicios de una reivindicación

De esta manera, la sentencia del juez Neumann ha hecho posible la apertura del centro masculino que reivindicaban unos padres en esa zona al este de Alemania.

Según informa Aceprensa, con esta sentencia del 30 de enero se ponía fin a un litigio contencioso-administrativo de seis años de duración y que había pasado ya por dos instancias anteriores, que habían fallado en el mismo sentido.

El litigio se inició en 2007, cuando una Asociación de padres presentó un proyecto de colegio para la ciudad de Potsdam y cuya aprobación competía al Ministerio de Educación del land de Brandeburgo.

El proyecto preveía educación diferenciada y la atención espiritual por parte de sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei; la misma asociación de padres dirige, desde 1972, un colegio para chicas en Jülich, ciudad cercana a Aquisgrán y Colonia.

El Ministerio de Educación de Brandeburgo rechazó el proyecto alegando que la educación diferenciada se oponía al objetivo de la igualdad de los sexos fijada en la constitución alemana. Según el Ministerio, este objetivo solo se puede conseguir con la educación conjunta de chicos y chicas.

Sin embargo, el Tribunal Administrativo local y el del land, y ahora el Tribunal Administrativo Federal, dieron la razón a la iniciativa de los padres, señalando que el principio de igualdad entre hombres y mujeres también puede conseguirse en clases diferenciadas, dijo el presidente del Tribunal.

Por su parte, el gerente de la promotora del colegio, Horst Hennert, recordó que en Alemania existen muchos colegios masculinos.